Fintech Heroes es un espacio creado por Belvo para compartir historias de personas que están transformando el mundo financiero en Latinoamérica. En esta edición, hablamos con Mariana Villasuso, Public Policy Manager en Stori, sobre la necesidad de construir servicios financieros desde la personalización y la inclusión.
Desde Belvo, queremos destacar las contribuciones significativas de empresas e individuos en el ecosistema financiero latinoamericano que están influyendo en un cambio positivo a través de ideas innovadoras y tecnología. Para ello hemos creado Fintech Heroes, un espacio donde dar voz y visibilidad a las personas detrás de la transformación de las finanzas latinoamericanas.
Para nuestra primera edición, contamos con la participación de Mariana Villasuso, Public Policy Manager en Stori, una empresa que en 2022 se convirtió en el noveno unicornio mexicano tras recibir una inversión de 150 millones de dólares y que tiene una misión clara centrada en la inclusión financiera al ofrecer productos para personas sin historial crediticio.
Mariana, quien ha liderado iniciativas de políticas públicas para ofrecer servicios financieros innovadores a la población no bancarizada de México, compartió valiosas ideas sobre su visión de la evolución del ecosistema fintech mexicano, los retos de inclusión financiera y la brecha de género, además de contarnos cómo Stori está allanando el camino hacia un futuro más equitativo. A continuación, te contamos un resumen de esta conversación:
El rol de los nuevos jugadores en el ecosistema financiero
En los últimos años, México ha sido testigo de una entrada masiva de nuevos jugadores que ofrecen servicios financieros alternativos a los bancos tradicionales. Este fenómeno ha llevado a una reconfiguración notable en el paisaje financiero del país. En nuestra conversación, Mariana nos ofrece una perspectiva única sobre cómo esta ola de empresas ha transformado el ecosistema financiero mexicano y el papel fundamental que desempeñan empresas como Stori en la expansión del acceso al sistema financiero.
“En 2028 salió un estudio revelador del Banco Mundial donde México fue señalado como el cuarto país con menor inclusión financiera en la región, a pesar de ser una de las 15 economías más grandes del mundo”, explica Mariana. Ante este desafío, las empresas fintech como Stori se han comprometido a democratizar el acceso al sistema financiero, ofreciendo servicios flexibles y adaptados a las diversas necesidades de los consumidores.
“Creo que la aportación que tienen estas empresas de finanzas digitales es justo democratizar el sistema financiero: ofrecer servicios financieros que sean alternativos, pero sobre todo que sean accesibles, flexibles y que estén adaptados a las necesidades de consumidores y de clientes y clientas de diferentes ámbitos”
Este enfoque ha permitido a Stori lanzar productos y servicios que tienen un claro impacto en incluir a personas por primera vez en el sistema financiero. En concreto, según Mariana, para un 70% de sus clientes se trata de la primera vez que contratan un producto financiero. “Es decir, a siete de cada diez personas que están en Stori es la primera vez que alguien les dice que sí”, afirma.
Las barreras en accesibilidad e inclusión financiera de México
Sólo el 54% de la población adulta en Latinoamérica tiene una cuenta bancaria y que la mayoría de las solicitudes de préstamos son rechazadas debido a puntuaciones crediticias negativas. Partiendo de estos datos, ¿cuáles son las principales barreras que enfrentan los mexicanos al intentar ingresar al sistema financiero por primera vez?
Desde la perspectiva de Mariana, existen tres barreras clave. Primero, destacó la barrera de oferta, señalando que las instituciones financieras tradicionales ofrecen productos diseñados para un mercado homogéneo y de bajo riesgo, “lo que resulta en tasas bajas de aprobación, especialmente en tarjetas de crédito”.
También abordó la barrera de demanda, explicando cómo la desconfianza hacia el sistema financiero formal y la preferencia por el efectivo han contribuido a la reticencia de muchos mexicanos para utilizar servicios financieros. Sin embargo, Mariana también destacó cómo la tecnología puede ser una herramienta poderosa para superar estas barreras.
“La tecnología nos permite adecuar los productos a las necesidades de los y las usuarias. Es decir, entendemos perfectamente cuáles son sus hábitos de consumo, para qué quieren utilizar el producto y, por lo tanto ofrecerles la línea de crédito que necesitan sin sobreendeudarles”
Además, al integrar educación financiera en sus productos, utilizando técnicas de gamificación y economía del comportamiento para mejorar los hábitos financieros de los usuarios y fomentar una mayor participación en el sistema financiero. A través de estos esfuerzos, la compañía espera “allanar el camino para una mayor inclusión financiera en México y empoderar a más personas para que tomen el control de su futuro financiero”.
Cerrando la brecha de género en el acceso financiero
Otro de los temas abordados junto con Mariana fue la brecha de género existente en el acceso a servicios financieros en Latinoamérica: según datos de la CNBV e INEGI (ENIF 2021), solo el 44% de las mujeres en México tienen una cuenta bancaria, en comparación con el 57% de los hombres. Estas cifras reflejan no solo una falta de acceso a cuentas bancarias, sino también una brecha significativa en la adopción de productos financieros más sofisticados como créditos y seguros.
En este sentido, para Mariana es clave destacar cómo esta brecha afecta al conjunto del sistema desde dos perspectivas principales. “En primer lugar, existe una brecha dentro de las instituciones financieras, donde las mujeres están subrepresentadas en puestos de liderazgo y toma de decisiones”, apunta. Y esta falta de representación tiene un impacto directo en la capacidad de las instituciones financieras para comprender y abordar las necesidades específicas de las mujeres.
Por otro lado, existe una brecha de género en la posesión de productos financieros entre hombres y mujeres. “Esta disparidad se amplía aún más cuando se consideran factores como la ubicación geográfica y el nivel socioeconómico”, explica.
Para cerrar esta brecha, Mariana enfatizó la importancia de diseñar productos financieros que se adapten a las necesidades y realidades de las mujeres. Esto implica comprender las diferentes realidades que enfrentan las mujeres en México, desde mujeres profesionistas en áreas urbanas hasta aquellas en comunidades rurales.
“En las instituciones financieras lo que tenemos que hacer es tener a más mujeres tomando decisiones en las diferentes áreas de las empresas. Porque eso va a llevar a que entiendan las necesidades y se generen productos ad hoc para las mujeres, así no solo elevas la representación de las mujeres en la participación económica, sino que también estás promoviendo su inclusión financiera”.
El potencial transformador del open finance en México
Finalmente, las conversaciones abordaron los cambios que México ha presenciado en el panorama financiero, especialmente con la promulgación de la Ley Fintech, que ha allanado el camino para el desarrollo de modelos como el open finance. Este enfoque, que permite a los usuarios compartir fácilmente su información financiera con terceros para acceder a una gama más amplia de productos financieros, tiene el potencial de catalizar una mayor inclusión financiera en el país.
“El open finance beneficia tanto a las instituciones financieras como a los usuarios. Para las instituciones, esta nueva forma de intercambio de datos les permite comprender mejor las necesidades individuales de los usuarios y ofrecer productos financieros más personalizados. Esto, a su vez, fomenta la competencia en el mercado y mejora las condiciones para los usuarios finales”, afirmó.
Por otro lado, según Stori para los usuarios el open finance representa una oportunidad para acceder a productos financieros que se adapten verdaderamente a sus necesidades específicas. Al compartir su información financiera, los usuarios pueden recibir ofertas más relevantes y personalizadas, lo que les permite tomar decisiones financieras más informadas y mejorar su bienestar económico.
“El open finance es algo que nos ayuda a ganar a todos. Desde las instituciones financieras, para disminuir costos operativos y que entonces podamos dar mejores mejores productos y, sobre todo, mejores condiciones y así promover la competencia. Y también mejora la vida y los productos que les están ofreciendo a los usuarios financieros, que son quienes realmente son los más beneficiados”.
En este sentido, Mariana destacó la importancia de “trabajar de la mano con los y las reguladoras para que se considere como justo la tecnología que existe, la realidad en la que estamos viviendo”. Esta colaboración, según explicó, es crucial para garantizar que la tecnología y la regulación avancen de manera armonizada, en beneficio de todo el ecosistema financiero.
En cuanto a la evolución futura del sector mexicano, Mariana vislumbra un panorama prometedor: “Desde el sector fintech, tenemos esta oportunidad única de hacer que el sector financiero sí sea un sector incluyente, que no deje a nadie atrás”.