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Cinco trucos para mejorar la productividad si trabajas a distancia

Matheus Lins

Matheus Lins Software Engineer

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Cinco trucos para mejorar la productividad si trabajas a distancia

Trabajar a distancia se ha convertido en la norma para muchos de nosotros. Si es la primera vez que lo haces y buscas formas de mejorar tu productividad en casa, este artículo es para ti.

Seguro que ya has visto muchos posts con consejos para hacer tu rutina diaria más productiva. Pero a menudo estas soluciones son caras o requieren un esfuerzo extra que las hace poco prácticas para la mayoría de nosotros («¡haz yoga!», «¡despierta a las 5 de la mañana!»).

Así que me gustaría compartir contigo mi experiencia personal y real con el trabajo a distancia y los trucos que he descubierto para ser más útil después de muchos años trabajando a distancia, y ahora haciéndolo como Ingeniero de Software en Belvo, una empresa amiga del trabajo a distancia donde más del 30% del equipo trabaja permanentemente desde casa.

Pero, en primer lugar, ¿qué es ser productivo? Significa hacer más con menos. ¿Qué significa eso? Si ayer hiciste dos tareas en una hora y hoy has conseguido hacer cuatro en media hora, enhorabuena: ¡has sido un 200% más productivo que ayer!

Ahora, veamos algunas de las cosas que realmente me ayudan a ser más productivo:

1. No tengas demasiadas pestañas abiertas en tu navegador

¿Crees que tener 30 pestañas abiertas en tu navegador significa que podrás leerlas todas en cualquier momento? Seamos honestos: en realidad es una muy mala idea. Si googlear algo forma parte de la tarea que estás haciendo, estás investigando sobre un tema o buscando respuestas para mejorar tu codificación, está bien. No significa que estés procrastinando.

El problema viene cuando te llama la atención el titular de un artículo, un vídeo o una noticia, pero no lo lees inmediatamente. En lugar de eso, lo marcas, lo guardas o, peor aún, lo mantienes abierto en tu navegador.

Este hábito puede ser contraproducente, ya que tenderá a sentirse menos relevante al pasar a formar parte de una creciente pila de cosas acumuladas para «leer más tarde». Y mi mejor estimación es que en la mayoría de los casos «nunca» volverás a él (o incluso lo cerrarás).

Mi consejo personal: deberías tener el hábito de leer las cosas en cuanto las veas. Léelo ahora, toma lo que sea relevante de él, toma notas, aprende lo que necesites de él y pasa a lo siguiente. Te sentirás menos abrumado y, por tanto, serás más productivo.

2. Evita las distracciones en casa (especialmente el teléfono)

El teléfono móvil puede ser el peor enemigo cuando se trabaja desde casa. A menos que lo necesites para trabajar, intenta utilizarlo lo menos posible.

Para mí, la forma más eficaz de evitar distraerme con mi teléfono es mantenerlo lo más lejos posible de mí. ¿Trabajas en casa en tu sala de estar? Ponlo en tu dormitorio. ¿Trabajando en tu dormitorio? Entonces déjalo cargando en tu cocina, pero intenta tenerlo siempre lejos.

«¡Pero si vivo en un sitio pequeño!» Vale, entonces intenta activar un rango cuando lo dejes en modo «no molestar» durante el día. Por ejemplo, desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde mi teléfono móvil no recibe ningún tipo de notificaciones.

Eso es lo que estoy haciendo y está dando sus frutos. Me estoy concentrando más y entregando más tareas semanalmente, por lo tanto: siendo más productivo.

3. Si te quedas atascado: ¡pregunta!

Dividir las tareas en trozos más pequeños y hacerlos uno a uno suele ser útil. Pero aun así, siempre puedes quedarte atascado con una de estas piezas. ¿Cómo resolver esta situación cuando se trabaja desde casa? Mi consejo: ¡pregunta! Cuando no sepas, no seas tímido o incluso no pienses que puedes resolver el problema más rápido que pedir ayuda.

Ver una salida a tu problema con la ayuda de alguien te hará estar más centrado. Esto se debe a que si no recibes recompensas positivas cuando realizas tus tareas, es posible que no obtengas la motivación que necesitas para seguir trabajando. En consecuencia, cualquier cosa que te rodee puede convertirse en una distracción que te haga perder la concentración e interrumpa tu productividad.

Además, al preguntar a otra persona, estás entrenando tu habilidad para comunicarte mejor y estar más involucrado con tu equipo (lo que también es muy relevante cuando se trabaja a distancia si no se ven a menudo).

Ohh, ¡casi se me olvida! Por supuesto, todo esto también te aportará más resultados: si no te atascas por haber preguntado, haces las cosas bien, mejor y más rápido. ¿Verdad?

4. Haz pausas que merezcan la pena: no más de 10 minutos

Puede que hayas oído hablar de la técnica Pomodoro: consiste en dividir el trabajo en intervalos cortos de unos 25 minutos y hacer pequeños descansos entre ellos. Según mi experiencia, es una buena técnica para aumentar tu productividad. Pero utilízala con cuidado si trabajas desde casa: no hagas pausas de más de 10 minutos.

Creo que 10 minutos es la duración perfecta para una pausa útil: Puedo preparar un café y llenar mi botella de agua. Es tiempo suficiente entre una tarea y otra.

¿Por qué? Más de 10 minutos empieza a ser peligroso en términos de concentración, incluso si estás haciendo una actividad emocionante. Basta con hacer una pausa que permita a tu cerebro relajarse, sin caer en otras tentaciones.

5. Cambia el contexto con frecuencia

A veces te encuentras desmotivado y no sabes qué puede ser. Trabajar desde casa puede resultar monótono, ya que tu contexto es siempre el mismo.

Quizá lo que necesitas es crear motivaciones diarias, pequeñas recompensas que nos den a los humanos las endorfinas que necesitamos. Y esto puede hacerse muy fácilmente: ¡sólo hay que cambiar de escenario!

¿Pero cómo? No hace falta que sea muy grande: compra un teclado nuevo, consigue una silla más cómoda para tu oficina en casa. Limpia tu lugar de trabajo. Trabaja un día desde otra habitación, consigue una nueva planta o prueba un nuevo tipo de luz en tu habitación. Todas esas cosas pueden aportarte la sensación de algo «nuevo» que rompa la rutina y, por tanto, más motivación para tu jornada laboral.

También puedes intentar trabajar desde un lugar diferente de vez en cuando, como un café o un coworking.

En Belvo, tenemos la flexibilidad de trabajar desde donde más nos convenga. También tenemos beneficios mensuales que podemos gastar en espacios de coworking si no tienes una oficina cerca, y también podemos trabajar desde cualquier oficina de Belvo cada seis meses. De verdad, ¡ya no hay excusa para aburrirse!

Si quieres unirte al equipo, consulta nuestras vacantes.

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