El open banking u open finance está avanzando rápidamente pero a un ritmo desigual entre los países de Latinoamérica. En algunos, la regulación de estos modelos dará pasos importantes este año y el sector fintech está creciendo a un ritmo acelerado. Te contamos qué novedades esperar en 2023.
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Por un lado tenemos países como México que ha optado por una vía regulatoria similar a la de Europa, donde la iniciativa de open banking está avanzada pero los plazos de implementación están en proceso de definirse.
Por otra parte, Brasil entra este año en un modelo de open banking regulado. La cuarta fase comenzó en diciembre de 2021 y se espera que se prolongue hasta 2023. Esta última fase está marcada por el inicio del modelo de open finance y permitirá el intercambio de datos de fuentes más allá de los bancos, como inversiones, pensiones y servicios de cambio de divisas.
Por otro lado, tenemos países como Colombia, que avanzado rápidamente en el proceso regulatorio y otros como Argentina y Perú, que aún carecen de regulaciones definidas.
El caso de México
En México, en marzo de 2020, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó las primeras reglas del open banking, contempladas en la ‘Ley Fintech’. No obstante, aunque la regulación está bastante avanzada, todavía hay incógnitas sobre la implementación y se han producido retrasos en los plazos establecidos.
Según las últimas actualizaciones, desde el 5 de junio de 2021, más de 2.200 entidades financieras en México ya deberían haber implementado APIs para intercambiar ‘datos abiertos’ con terceros. Esta fase se centraba únicamente en datos públicos como los de la ubicación de los cajeros automáticos y la información sobre los productos que ofrece cada entidad financiera.
Se espera que la siguiente fase de la normativa aborde el intercambio de datos transaccionales de los clientes. Está previsto que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores anuncie este segundo conjunto de normas en 2023.
El consenso en el mercado es que probablemente aún quede tiempo hasta que el open banking sea una realidad como se establece en la legislación en este país. Y es probable que mientras tanto las alternativas que ofrecen las plataformas de APIs continúen siendo la opción por defecto que elijan los innovadores financieros y las fintech para acceder a los datos de sus usuarios.
En México, el Open Banking obligará tanto a las ITF (instituciones de tecnología financiera) como a las fintechs a compartir sus datos a través de las APIs. De esta manera, los bancos también podrán utilizar los datos de las firmas tecnológicas, lo que implica un flujo bidireccional. México es el único país del mundo que establece este intercambio de información entre los fintechs y los bancos.
El open banking en Colombia
Colombia comenzó más tarde que países como México a establecer su ruta regulatoria en torno al open finance, no obstante, entre 2022 y 2023 se han acelerado los pasos por parte del regulador y el país ya cuenta con un marco regulatorio muy definido y amparado por el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno. Estos son los pasos que ha seguido el proceso:
Por un lado, la Unidad de Regulación Financiera (URF) publicó en octubre de 2021 un documento técnico que describe las reglas generales para implementar el open finance en el país y sugiere una intervención regulatoria. Paralelamente, este documento sirvió de sustento técnico para la elaboración por parte del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de un proyecto de decreto en torno al open finance, que se publicó también en octubre de 2021.
Esta propuesta de decreto supuso el primer paso firme por parte de los reguladores en Colombia para hacer oficial la puesta en marcha de estos modelos.
Para el segundo trimestre del 2023, el Congreso de la República aprobó el Plan Nacional de Desarrollo el cual incluye el esquema de datos abiertos (Art. 89) para la inclusión financiera como una de las espinas dorsales de la estrategia de inclusión crediticia del Gobierno Nacional, y el derecho a la portabilidad financiera de las personas que es un claro caso de uso de open finance.
Con ese marco normativo, es obligatorio para las empresas e instituciones públicas compartir la información transaccional de las personas con el fin de generar mayores niveles de inclusión financiera. Es decir, el open data, y con él el open finance, es obligatorio dentro del estado colombiano.
En términos regulatorios, los siguientes pasos están orientados a la expedición de los estándares previstos por el segundo inciso del artículo 89 del Plan Nacional de Desarrollo, es decir, las reglas operativas para garantizar el adecuado funcionamiento y la efectiva implementación del esquema y cómo esto se va a engranar con todo el trabajo previamente adelantado.
En el caso de este país se está optando por un modelo de open finance que además de facilitar que se puedan compartir datos bancarios mediante APIs (como plantea el open banking) contempla también incluir datos procedentes de otras entidades financieras.
Potencial de crecimiento fintech
Una alta proporción de la población de Latinoamérica todavía no tiene acceso a los servicios bancarios; en algunos países esta cifra se eleva por encima del 50%, según el Banco Mundial. Reducir esta brecha forma parte de los objetivos generales del open banking, que busca fomentar la inclusión financiera ofreciendo mejores productos y servicios a los usuarios.
La buena noticia es que Latinoamérica es una de las regiones más fértiles para la innovación fintech. Según datos de CB Insights, la inversión recibida por el sector fintech en Latinoamérica superó los 9.700 millones de dólares en los primeros tres trimestres de 2021, frente a 3.100 millones de todo el 2020.
Hay varios factores que explican este crecimiento e interés acelerado – y que también impactarán en la adopción del open banking en 2022. La región alberga más de 2.301 empresas fintech, que se dirigen a un mercado de más de 650 millones de personas en 33 países.
«El comercio electrónico ha experimentado un crecimiento de dos dígitos en los últimos meses [y] COVID ha acelerado la demanda de productos financieros digitales en muchos años [en América Latina]. El momento de las fintech es ahora»
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Hasta hace poco, para ofrecer muchos de los servicios y productos fintech que ahora están atrayendo fondos requería una gran inversión de recursos y desarrollo tecnológico, lo que impedía a las empresas alcanzar sus objetivos.
Esto ha cambiado con la reciente aparición en la región de nuevos proveedores de infraestructura financiera, como las APIs de open banking, portales de pago o agregadores de servicios, que están actuando como cimientos de estos nuevos productos y servicios, permiten su crecimiento y aceleran su tiempo de comercialización.
Además, la industria fintech puede facilitar que aumente el tamaño del mercado del sector financiero en Latinoamérica. Esto se debe a que en los mercados emergentes, el crecimiento de esta nueva industria –con el open banking como catalizador– permite una mayor innovación y la posibilidad de una mayor inclusión financiera.
En este reporte, veremos cuál es el estado actual del ecosistema de open banking, su regulación la región y un análisis de lo que se avecina en 2023. Descarga el reporte aquí 👇